Los calabacines son ricos en betacaroteno, que se transforma en vitamina A en el organismo. La vitamina A es necesaria para la salud del sistema inmunológico y para la vista.
Los calabacines contienen una gran cantidad de fibra, que mejora la digestión y previene el estreñimiento.
Su bajo contenido calórico y su alto contenido en agua favorecen la sensación de saciedad y pueden ayudarle a perder peso o a mantener un peso saludable.
Su alto contenido en potasio y magnesio es beneficioso para la salud del corazón. El potasio ayuda a controlar la presión arterial, mientras que el magnesio ayuda a prevenir las palpitaciones y los infartos.
Los calabacines contienen mucha agua, lo que favorece la hidratación del cuerpo. Esto es especialmente importante en verano, cuando el cuerpo pierde mucho líquido a través del sudor.