Ricos en vitaminas y minerales
Una sola ración de espárragos aporta casi la mitad de la cantidad diaria recomendada de vitamina K, importante para la coagulación de la sangre y la salud ósea. También contienen vitaminas A, C, E y del grupo B (en particular, folato), hierro, potasio y cobre.
Favorece el funcionamiento intestinal
Los espárragos son una excelente fuente de fibra, que favorece una digestión saludable. Además, contienen inulina, un prebiótico que nutre las bacterias beneficiosas de la microbiota. Esto tiene un efecto positivo en el funcionamiento del tracto gastrointestinal, el sistema inmunológico e incluso el estado de ánimo (a través de la conexión entre el intestino y el cerebro).
Bajo contenido calórico
100 gramos de espárragos solo contienen unas 20 calorías. Son ligeros, acuosos, sacian rápidamente y son ideales para quienes desean mantenerse en forma sin seguir dietas estrictas.
Fuente de antioxidantes
Los espárragos contienen glutatión, uno de los antioxidantes naturales más potentes. Ayuda al organismo a combatir los radicales libres, reduce la inflamación y puede desempeñar un papel en la prevención de enfermedades crónicas.
Los folatos son especialmente importantes para las futuras mamás
Los espárragos contienen ácido fólico, necesario para el desarrollo saludable del sistema nervioso del feto. Por eso se recomiendan a las mujeres embarazadas o que planean estarlo.
Suave efecto diurético
Gracias a su contenido natural de asparagina, las espárragos tienen un ligero efecto diurético. Esto ayuda a eliminar el exceso de líquido del organismo y a reducir la hinchazón.